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Respuesta corta
B’Tselem, ONG israelí de derechos humanos, cuya misión oficial es documentar y educar al público y a los responsables políticos israelíes sobre las violaciones de los derechos humanos en los Territorios Palestinos. En la práctica, se centra más en deslegitimar al Estado judío en la escena internacional que en promover los derechos humanos dentro de Israel. Se plantearon múltiples cuestiones sobre su financiación y metodologías de investigación…. La afirmación de B’Tselem de que Israel es un Estado de apartheid ignora la igualdad de derechos de los ciudadanos árabes en Israel y las complejas realidades de seguridad. La organización equipara falsamente la ciudadanía israelí con la etnia judía y se centra en los derechos de los palestinos de Cisjordania y Gaza, que no son ciudadanos israelíes. La condena de B’Tselem de medidas de seguridad como los puestos de control y la barrera de separación socava el derecho de Israel a la autodefensa. A pesar de su defensa vocal de la existencia misma de Israel, la libertad de actuación de B’Tselem está protegida por los valores democráticos de Israel, aunque sus acciones puedan dañar la imagen internacional de Israel.
Respuesta larga
B’Tselem es una ONG que se presenta a sí misma como una organización israelí de derechos humanos, cuya misión oficial es documentar y educar al público y a los responsables políticos israelíes sobre las violaciones de los derechos humanos en los Territorios Palestinos.
En efecto, muchos observadores señalan que la organización se ha desviado de su propósito inicial de promover los derechos humanos en Israel y, en su lugar, se ha convertido en una herramienta para deslegitimar al Estado judío y promover una agenda sesgada y antiisraelí en la escena internacional. . Se ha expresado preocupación por la amplia financiación de B’Tselem procedente de fuentes extranjeras, lo que sugiere posibles influencias externas en sus actividades.
B’Tselem emplea a menudo metodologías defectuosas en sus investigaciones, como basarse en gran medida en testimonios palestinos no verificados y restar importancia al contexto de violencia, sobre todo en zonas que se enfrentan a amenazas de seguridad. En algunos casos, se ha descubierto que los informes de B’Tselem contienen inexactitudes e incoherencias con documentos médicos, pruebas fotográficas y registros militares. La metodología de su informe fue criticada por el pequeño tamaño de la muestra (por ejemplo, el 7% del total de víctimas), la falta de verificación independiente y el diseño potencialmente sesgado del cuestionario.
B’Tselem equipara falsamente la ciudadanía israelí con la etnia judía, ignorando el hecho de que millones de ciudadanos árabes tienen los mismos derechos en Israel. B’Tselem se centra en los derechos de los palestinos de Cisjordania y Gaza, que no son ciudadanos israelíes y están gobernados por la Autoridad Palestina y Hamás.
El uso frecuente por parte de la organización del término «apartheid» para describir a Israel ha suscitado duras críticas, por ser una burda caracterización errónea de la situación, que ignora las complejas realidades de seguridad a las que se enfrenta Israel y distorsiona el contexto histórico del conflicto israelo-palestino.
La persistente condena de B’Tselem de medidas de seguridad esenciales, como los puestos de control y la barrera de separación, supone un menoscabo del derecho de Israel a la autodefensa y a proteger a sus ciudadanos del terrorismo. Estas medidas, aunque a veces resulten incómodas, son necesarias para contrarrestar las continuas amenazas a la seguridad a las que se enfrenta Israel.
B’Tselem no suele reconocer la responsabilidad de los actores palestinos en el conflicto, en particular de organizaciones terroristas como Hamás, que utilizan deliberadamente a civiles como escudos humanos e incitan a la violencia contra los israelíes.
Desde el 7 de octubre de 2023, B’Tselem se ha convertido en un firme defensor contra la existencia misma de Israel y en una herramienta para promover una narrativa sesgada y a menudo inexacta del conflicto en la escena internacional.
Aunque las actividades de B’Tselem cruzan la línea de la apología antiisraelí, perjudicando potencialmente la imagen internacional de Israel y socavando su legitimidad, Israel, como verdadera democracia, defiende la libertad de expresión y de asociación, incluso para las organizaciones críticas con sus políticas. Esto está arraigado en los valores democráticos de Israel.