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¿Cómo convertirse en explicadores proisraelíes eficaces?
Redacción: Raz Smolsky; Edición: Hagar Rabat; Traducción: Eli Klaiman
Una promoción adecuada que funcione y cambie actitudes es un reto complejo y, para hacerlo bien, hay que abordar las cuestiones principales: ¿a quién nos dirigimos y cómo hablamos con ellos de forma convincente?
¿Con quién estamos hablando?
Los influencers y creadores de contenidos están muy limitados a la hora de elegir su público objetivo debido a la amplia distribución de sus contenidos por parte de otros usuarios, pero los usuarios que responden a los comentarios sí que pueden elegir audiencias más razonables con las que hablar.
«Nos dimos cuenta de que el mundo se divide en tres grupos: un 5-10 por ciento que ama a Israel y siempre lo apoyará, un 5-10 por ciento que siempre lo odiará y el resto, que es la gran mayoría, que no sabe casi nada sobre Israel, los israelíes o los palestinos, y se deja influir muy rápidamente por los contenidos que encuentra en las redes sociales. Este es el público al que hay que dirigirse», explica Rotem Benkel, director de programas estudiantiles de StandWithUs Israel. Para identificar a este grupo, puedes entrar en el perfil del comentarista, ver el tipo de contenido que sube y de dónde es.
Ran Nathanzon, jefe de la Subdivisión de Innovación y Marca Israelí del Ministerio de Asuntos Exteriores, afirma que es necesario centrarse en el público menos comprometido y con escasos conocimientos sobre Israel, e ignorar al público marginal. «Es una pena perder tiempo y energía con gente extremista y nuestro público principal es el público general y no necesariamente comprometido, que quiere actuar y no conoce el panorama general, pero lo hace porque está expuesto a información aleatoria en un momento dado».
En cuanto a la afiliación política del público estadounidense, señala que la gran mayoría de los republicanos apoya a Israel y los seguidores del Partido Demócrata se dividen en un 25% que apoya absolutamente a Israel, un 25% que constituye el núcleo progresista con el que no tiene sentido discutir, y un 50% que es neutral. Es difícil identificar la afiliación política en las redes sociales, a menos que tengas tiempo de comprobar el perfil del usuario y si en el pasado ha subido contenidos que lo indiquen.
«Buscamos un público moderado, con opiniones liberales moderadas y no progresistas a ultranza, y tenemos que exponerles los hechos y demostrarles que en la práctica son personas similares a nosotros y que tenemos los mismos valores, los llamados Like minded people», añade Nahtanzon.
Nathanzon insiste en que cualquier debate en línea debe realizarse en pro de los israelíes para promoverlos y no la narrativa antiisraelí. Benkel añade que es conveniente responder a contenidos que estén rodeados de otros comentarios israelíes y de un público que los apoye, y esto suele ocurrir en los posts proisraelíes, donde también se puede responder a afirmaciones antiisraelíes. Benkel también diferencia entre las redes sociales y señala que Twitter tiene tendencia a las discusiones largas, pero en Instagram y TikTok a veces es mejor trasladar la conversación a la correspondencia privada.
Otro público que merece la pena y en el que es muy importante centrarse son los conocidos en el extranjero, cercanos y lejanos: «Ayuda a pasar la barrera inicial cualquier persona con la que hayamos tenido contacto o conocimiento previo, incluso lejano de un viaje al extranjero o un encuentro en el marco del trabajo, también conocidos de grupos de interés en Facebook», señala Nathanzon, «estas son las personas que estarán más abiertas a escuchar nuestra versión».
Benkel cuenta que una aprendiz judía de la que fue tutora en un campamento de verano en Estados Unidos compartió un post de Bella Hadid y, debido a que se conocían desde hacía tiempo, decidió ponerse en contacto con ella en privado y explicarle quién es Bella Hadid y qué mentiras está publicando. «Le conté lo que pasó en Israel el 7 de octubre, le compartí que mi pareja está en la reserva y le expliqué sobre la industria de posts que salen contra Israel y también le llevé más ejemplos de posts que subió Bella Hadid. A los dos días me contestó que entendía que Bella Hadid odiara a Israel y que no subiera posts sólo por su preocupación por los derechos humanos.»
¿Cómo responde usted?
No todas las entradas o comentarios requieren una respuesta. «No respondo a posts casuales como Free Palestine», comparte Benkel, «sino que recomiendo responder a mentiras específicas que tengan algo concreto y cierto que decir al respecto, por ejemplo, los que afirman que Gaza es una prisión al aire libre o que Israel es un Estado de apartheid, son dos afirmaciones comunes cuya falsedad puede demostrarse fácilmente.»
En cuanto al contenido de la respuesta, Nathanzon subraya que también merece la pena añadir un reconocimiento del sufrimiento de la otra parte o apoyar parte de lo dicho, por ejemplo: «Lo que has escrito al principio es cierto, pero en la segunda parte te equivocas…». Esto prepara el terreno para escuchar sus argumentos. Alguien que esté en Europa o Estados Unidos ve el sufrimiento en Gaza y no se puede ignorar, pero es importante explicar que Israel no desea dañar a los inocentes y que el objetivo es reducir el daño que se les hace. Puedes traer a colación la historia del hospital Shifa, al que las IDF dieron tiempo suficiente para la evacuación, entregaron comida para bebés e incubadoras, y fue Hamás quien impidió la evacuación».
A veces parece que los mensajes israelíes son complejos y largos y requieren recursos de atención, por lo que Nathanzon recomienda mantener los contenidos breves y centrados, y el tono debe ser agradable y no sermoneador. «La divulgación de los hechos es muy eficaz, la divulgación de los horrores en una dosis baja y no de una manera gráfica descarada y siempre hay que volver al 7 de octubre y decir dónde empezó todo, porque ya parece historia lejana y la narrativa que se ha grabado a fuego es sólo lo que pasó esta semana.»
Nathanzon añade tácticas adicionales: el paralelismo de los acontecimientos en Israel con hechos bien conocidos en el extranjero, la relevancia del 11-S para los estadounidenses, los atentados terroristas en Europa y la comparación de Hamás con ISIS. Es importante aportar historias personales; si hay amantes de la música, puedes hablarles del festival, y si hay partidarios de los derechos de la mujer, háblales de la violación, habla con los padres del asesinato y secuestro de niños y pregúntales qué harían si fuera su hijo, su madre o su hermano.
Varios mensajes que deben repetirse y funcionan bien:
- El ataque, asesinato y secuestro fue de ciudadanos de 40 países, entre ellos alemanes, británicos, estadounidenses, tailandeses y árabes, por lo que no se trata de un ataque sólo contra Israel, sino contra los derechos humanos más básicos.
- La guerra es contra Hamás y no contra todos los palestinos.
- Es aconsejable utilizar la expresión ejército organizado del terrorismo para destacar el poder militar de Hamás y su financiación, de modo que no se dé a entender que se trata de un pequeño grupo de terroristas.
- Hamás es una amenaza para la humanidad, los valores humanos y los derechos humanos en todo el mundo. Empieza en Israel pero no acabará en Israel y esta violencia llegará a todas partes, el terrorismo no tiene fronteras. La guerra en Gaza evitará la propagación del terrorismo en el mundo.
- El objetivo de la guerra es liberar a Gaza y a los palestinos del reino del terror.
- Las manifestaciones propalestinas en el mundo tienen como objetivo borrar a Israel y no la paz en Oriente Próximo.
- A Hamás y a sus dirigentes no les importa sacrificar a ciudadanos palestinos, incluidos niños, por eso habla de ellos en términos de mártires y opta por operar desde hospitales, escuelas y guarderías. Las IDF, por su parte, se esfuerzan al máximo por reducir los daños a la población civil.
- Cuando Hamás pasó al ataque el 7 de octubre, sabía cuál sería la magnitud de la respuesta israelí y cuántas víctimas se cobraría en el lado palestino.
- Hamás pretendía dañar a civiles, familias, niños, hombres, mujeres y ancianos, y no tenía ningún objetivo militar.
- Al reaccionar, siempre es importante volver al contexto y mencionar que la guerra comenzó el 7 de octubre, uno de los mayores acontecimientos terroristas de nuestra generación, que fue precedido por un alto el fuego, y lo que ocurrió ese día.