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Respuesta corta
Israel mantiene la paz con países musulmanes como Egipto, Jordania, EAU, Bahréin, Marruecos, e incluso mantiene estrechos vínculos con Azerbaiyán, de mayoría chií. No se trata de una guerra contra el Islam, sino de una lucha defensiva contra el régimen iraní, un gobierno que pide abiertamente la destrucción de Israel y que arma y financia el terrorismo.
en toda la región y amenaza la estabilidad mundial.La misión es clara: detener el programa nuclear y de misiles de Irán, no a su pueblo. No se trata de religión. Se trata de detener a un régimen peligroso que exporta terror, caos y muerte.
Respuesta larga
Israel no está en guerra con el mundo musulmán. Tiene acuerdos de paz desde hace mucho tiempo y vínculos en expansión con muchos países de mayoría musulmana. Egipto y Jordania firmaron la paz con Israel en 1979 y 1994. Los Acuerdos de Abraham de 2020 abrieron un nuevo capítulo de cooperación, haciendo que los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin entablaran relaciones formales con Israel. Poco después les siguió Marruecos, que renovó sus lazos diplomáticos, e incluso Kosovo -una nación de mayoría musulmana- abrió su embajada en Jerusalén en 2021.
También está Azerbaiyán, un país de mayoría chií con una profunda cooperación con Israel en materia de defensa, comercio e inteligencia. El mensaje es claro: la lucha de Israel no es contra el Islam o las naciones musulmanas, sino contra el régimen iraní.
Y tampoco con el pueblo iraní. Los dirigentes israelíes lo han dejado claro. En junio de 2025, el primer ministro Netanyahu lo dijo directamente: «Nuestra lucha es con nuestro enemigo común: el régimen asesino que nos oprime y empobrece». Uno de sus vídeos, emitido en persa, alcanzó más de 1,4 millones de visitas, y la campaña más amplia obtuvo más de 20 millones de visitas en un solo día, la mayoría desde dentro de Irán.
Israel tiene como objetivo al régimen iraní porque pide abiertamente la destrucción de Israel, calificándolo de «tumor canceroso». Irán arma y financia a grupos terroristas como Hamás, Hezbolá, la Yihad Islámica y los Houthis, todos los cuales han atacado a Israel y a otros países de la región. Y, al mismo tiempo, se apresura a fabricar armas nucleares, enriquecer uranio mucho más allá del uso civil e inundar a sus apoderados de cohetes y aviones no tripulados.
Seamos claros: no se trata de religión
.Se trata de enfrentarse a un régimen que propaga el terror, alimenta el conflicto y amenaza la paz, no sólo para Israel, sino para toda la región.