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Respuesta corta
Éste es el verdadero origen del nombre «Palestina»:
Los antiguos romanos dieron este nombre a la Tierra de Israel. El término «Palestina» se ha utilizado históricamente para referirse a una región geográfica, pero nunca ha sido una entidad políticamente independiente. Ha estado bajo diversos imperios y mandatos a lo largo de la historia, como el Imperio Romano, el Imperio Otomano y el Mandato Británico.
Antes de la independencia de Israel en 1948, era habitual que la prensa internacional calificara de palestinos a los judíos, y no a los árabes, que vivían en el mandato.
Respuesta larga
Éste es el verdadero origen del nombre «Palestina».
Los antiguos romanos pusieron este nombre a la Tierra de Israel. En 135 d.C., tras acabar con la segunda insurrección de la provincia de Judea, los romanos rebautizaron la provincia con el nombre de Siria Palestina, es decir, «Siria Palestina». Lo hicieron con resentimiento, como castigo, para borrar el vínculo entre los judíos (en hebreo, Y’hudim y en latín Judaei) y la provincia (cuyo nombre hebreo era Y’hudah). «Palaestina» se refería a los filisteos, cuya base de operaciones había estado en la costa mediterránea.
Durante milenios, el término «Palestina» ha flotado a través de la historia, una palabra sin fronteras fijas. No era un término preciso como un país, sino más bien una región vaga. Durante el Imperio Otomano, el término se utilizaba como descripción general de la tierra situada al sur de Siria. De hecho, durante siglos, «Palestina» no tuvo ningún poder político real detrás.
Para los cristianos, «Palestina» era sinónimo de Tierra Santa, un lugar sagrado. Para los judíos, se conocía como «Eretz Yisrael», la Tierra de Israel.
Las palabras «Palestina» o «Filastina» no aparecen en el Corán. «Palestina» tampoco se menciona en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento. Sí aparece al menos ocho veces en ocho versículos de la concordancia hebrea de la Biblia del Rey Jaime.
Antes de la independencia de Israel en 1948, era habitual que la prensa internacional calificara de palestinos a los judíos, y no a los árabes, que vivían en el mandato.
Desde 1948, los ciudadanos israelíes empezaron a identificarse como israelíes. Se referían a los musulmanes (y al menor número de cristianos) que se convirtieron en ciudadanos como árabes israelíes. A lo largo de las décadas, algunos árabes fueron identificándose cada vez más como israelíes y aprendieron hebreo. Aun así, la mayoría seguía comprometida con la causa nacionalista palestina, aunque pocos expresaron su deseo de abandonar Israel por un Estado palestino.