This post is also available in:
English (Inglés)
Español
Italiano
Русский (Ruso)
Respuesta corta
Israel lanzó ataques aéreos en Siria con un objetivo claro: proteger a la comunidad drusa de Suwayda, justo al otro lado de la frontera, donde muchos tienen estrechos vínculos familiares con ciudadanos drusos de Israel.Tras el fracaso de un frágil alto el fuego, las fuerzas del régimen sirio y las milicias beduinas empezaron a bombardear pueblos drusos, a matar civiles y a entrar en las casas para masacrar a familias enteras. En respuesta, Israel actuó.
Según el derecho internacional, las acciones de Israel entran de lleno en la doctrina de la Responsabilidad de Proteger (R2P), adoptada por la ONU en 2005. La R2P permite intervenir cuando un Estado no protege a su población de crímenes como la limpieza étnica o los asesinatos en masa.
En este caso, el régimen sirio fue el autor, la comunidad internacional no hizo nada y una minoría vulnerable estrechamente vinculada a Israel estaba siendo atacada. Así que Israel intervino, para hacer lo que el mundo se niega a hacer: proteger a los civiles de ser masacrados.
Respuesta larga
Israel lanzó ataques aéreos en Siria con un objetivo claro y urgente: defender a la comunidad drusa del sur de Siria, una minoría religiosa con profundos lazos familiares y culturales con los ciudadanos drusos de Israel. La comunidad drusa es parte integrante de la sociedad israelí, tanto en la vida civil como en la defensa nacional.
En Israel viven más de 140.000 drusos.
A diferencia de la mayoría de los ciudadanos árabes, los drusos israelíes son reclutados para el servicio militar obligatorio, y muchos sirven con distinción en las FDI, la policía, los servicios de inteligencia y la seguridad fronteriza. Algunos han alcanzado altos rangos en el ejército y ocupan puestos clave en el gobierno. Muchos drusos israelíes tienen parientes en el sur de Siria, especialmente en zonas como Suwayda y Hader, lo que hace que esta crisis sea profundamente personal.
El 14 de julio, tras el fracaso de un breve alto el fuego, las fuerzas del régimen sirio y las milicias beduinas aliadas lanzaron un brutal asalto contra las aldeas drusas de los alrededores de Suwayda. Mientras los grupos drusos locales intentaban defender sus comunidades, las fuerzas sirias y beduinas bombardearon los pueblos, asaltaron viviendas y masacraron a civiles drusos en sus propias casas. Cundió el pánico y los civiles huyeron.
Los informes confirmaron múltiples muertes, atrocidades horribles y decenas de heridos.Israel respondió con una advertencia: si continuaban los ataques contra civiles drusos, las FDI tomarían medidas.
La advertencia iba en serio, y se cumplió. Según el derecho internacional, las acciones de Israel entran dentro de la doctrina de la Responsabilidad de Proteger (R2P), un principio respaldado por la ONU y adoptado en 2005.La R2P sostiene que, cuando un gobierno no protege a su pueblo de los crímenes de guerra o contra la humanidad, y la comunidad internacional se mantiene al margen, se permite que otros actúen para impedir atrocidades masivas. En este caso, el régimen sirio y las fuerzas beduinas aliadas estaban bombardeando y masacrando a civiles drusos, y nadie más intervino.
Así lo hizo Israel, para defender a una minoría vulnerable con profundos vínculos con sus propios ciudadanos.
