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Respuesta corta
Los islamistas y los antisemitas suelen afirmar que los judíos fueron “expulsados” de 109 países, y lo utilizan para pintar a los judíos como el problema. Pero, en todo caso, demuestra la frecuencia con que los judíos sufrieron persecución, vivieran donde vivieran. Por eso existe Israel: para dar a los judíos una patria segura y soberana en la que no tengan que depender de nadie más. No es sólo un país; es la respuesta a siglos de persecución, odio y desplazamiento.
Respuesta larga
La afirmación de que “los judíos han sido expulsados de 109 países” es un tropo antisemita muy extendido, utilizado a menudo para sugerir que los judíos son inherentemente problemáticos. Pero esta narrativa no sólo es falsa, sino que está arraigada en el odio y, de hecho, pone de relieve por qué el pueblo judío siempre ha necesitado una patria como Israel.
La cifra de “109 países” no es históricamente exacta. Procede de círculos que niegan el Holocausto y de supremacistas blancos, especialmente de un grupo marginal de Australia, y se difundió por Internet como un meme. Los historiadores coinciden en que el número real de grandes expulsiones nacionales es mucho menor, más cercano a una docena. Muchos de los casos citados fueron incidentes menores, prohibiciones temporales o decretos locales, no expulsiones completas.
Aun así, los judíos se han enfrentado a repetidas expulsiones y actos de violencia en Europa, Oriente Próximo y el norte de África. Inglaterra (1290), Francia (1306, 1394) y España (1492) son algunos de los más conocidos. En el siglo XX, destaca el pogromo de Farhud en Bagdad (1941): las turbas, alimentadas por el antisemitismo de inspiración nazi, asesinaron a cientos de judíos, hirieron a miles y destruyeron barrios enteros. Demostró que ni siquiera las comunidades judías establecidas desde hacía mucho tiempo en el mundo árabe estaban a salvo de la violencia masiva.
Estos sucesos no se debieron a ninguna fechoría de los judíos, sino que fueron el resultado del antisemitismo y del uso de chivos expiatorios en tiempos de agitación. El patrón muestra lo que ocurre cuando un pueblo carece de protección nacional.
Por eso existe Israel. No es sólo una reacción al Holocausto: es una respuesta a siglos de apatridia, persecución y exilio. Como se dice a menudo “El propósito fundamental de la creación del Estado de Israel era resolver la condición del sufrimiento judío proporcionando un hogar nacional a los judíos”.