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Respuesta corta
Irán apoya activamente a grupos militantes islámicos yihadistas como Hezbolá, Hamás, la Yihad Islámica, los hutíes y las milicias chiíes en Irak, armándolos y entrenándolos para atacar a Israel y los intereses occidentales.
Además, las alianzas de Irán con Rusia, China y Corea del Norte refuerzan su posición y mejoran sus capacidades militares y tecnológicas, formando el «Eje del Mal.»
El interés de Irán por liderar el «Eje del Mal» puede explicarse del siguiente modo: como república islámica, se opone vehementemente a Israel y a los valores occidentales. La ideología iraní se basa en una interpretación radical del islam chií y su objetivo es fomentar el odio hacia Israel y EEUU. Un segundo objetivo del régimen es imponer el dominio chií en todo el mundo, ampliando así su autoridad y contrarrestando la influencia occidental en Oriente Próximo.
Respuesta larga
Irán lidera el «Eje del Mal» por varias razones – Irán, una república islámica, se opone vehementemente a Israel y a la influencia occidental. Su ideología, basada en una interpretación radical del Islam chiíta, pretende difundir el odio hacia Israel y EEUU e imponer el dominio chiíta en todo el mundo. Su objetivo es ampliar su influencia y contrarrestar el dominio occidental en Oriente Próximo.
Una de las principales herramientas de Irán es su red de grupos interpuestos, a menudo denominados «Eje de la Resistencia». Estos grupos, como Hezbolá en Líbano, Hamás y la Yihad Islámica en Gaza, las milicias chiíes en Irak y el movimiento Houthi en Yemen, están armados y financiados por Irán para promover sus intereses geopolíticos.
Apoyando a estos grupos, Irán puede proyectar poder sin implicación directa, desviar culpas, debilitar a sus rivales y dar forma a la política regional. Por ejemplo, Hezbolá, en Líbano, sirve como elemento disuasorio para Israel y como herramienta para proyectar la influencia iraní en el Mediterráneo. Del mismo modo, el apoyo de Irán a Hamás y a la Yihad Islámica les permite mantener un estado de conflicto con Israel.
La alianza de Irán con Rusia, China y Corea del Norte refuerza aún más su posición. Rusia y China, en particular, proporcionan un apoyo crucial a la red de representantes de Irán. Todos estos países son totalitarios, no democráticos y muy limitados en cuanto a las libertades civiles de su población, al tiempo que libran guerras contra otras naciones democráticas soberanas.