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Respuesta corta
Greta Thunberg no fue «secuestrada«.
Ella y su equipo de agitadores famosos en Instagram no estaban allí para prestar ayuda seria: apenas llevaban suministros a bordo. Se trataba de un montaje para ganar peso en las redes sociales, no de una operación humanitaria.Navegaron hasta una zona de guerra activa sin permiso, ignorando todos los protocolos legales y de seguridad, sólo para conseguir titulares e imágenes de TikTok.
Antes de que pudieran completar el espectáculo, fueron detenidos y deportados, pacíficamente, sin violencia.Uno de sus líderes, Thiago Ávila, apoya abiertamente a Hezbolá y a los Houthis. Ha sido filmado cantando «Muerte a América, muerte a Israel». Las imágenes muestran cómo les sirven comida y bebida, lo que no son exactamente condiciones de «rehenes».
Así que dejemos de actuar. No son activistas por la paz. Son ideólogos radicales que propagan la yihad al amparo de los «derechos humanos».
Y seguro que no fueron secuestrados.
Respuesta larga
La afirmación de Greta Thunberg de que fue «secuestrada»en Israel no sólo es falsa, sino que es completamente inventada.
Su grupo sabía exactamente lo que estaba haciendo: entrar en una zona de conflicto sin aprobación, provocar una respuesta e interpretarla como «opresión».
Fue premeditado, escenificado y diseñado para aparecer en los titulares.Ella y su equipo de activistas hicieron caso omiso de las órdenes legales de las autoridades y fueron detenidos brevemente antes de ser deportados tranquilamente.
Sin violencia. Sin amenazas. Sólo aplicación básica de las leyes de inmigración.Se hicieron selfies durante el proceso. El vídeo les muestra recibiendo comida y bebida. No grita exactamente «crisis de rehenes». Ahora compáralo con los civiles israelíes aún retenidos por Hamás en Gaza.
No se trata de influyentes políticos con GoPros y jefes de prensa.
Son personas inocentes: secuestradas de sus hogares, torturadas, violadas, hambrientas y aisladas del mundo exterior.Eso es un secuestro real. Sin billete de salida. Sin gira mediática. Nada de drama escenificado: sólo un cautiverio brutal.
Y no olvidemos quién organizó la flotilla de Greta: Zaher Birawi, un conocido operativo vinculado a Hamás con base en Londres.
Una de las figuras clave, Thiago Ávila, fue grabado en vídeo gritando «Muerte a América, Muerte a Israel, Victoria del Islam».Estas personas no son humanitarias. Son activistas que impulsan el odio, escondiéndose tras eslóganes como «paz» y «derechos humanos». El viaje de Greta no tenía que ver con la ayuda, sino con atacar la imagen de Israel y llamar la atención. Y funcionó, al menos para los desinformados.
Los principales medios de comunicación se apresuraron a difundir la historia de «Greta secuestrada», mientras que los verdaderos rehenes israelíes fueron olvidados una vez más.